domingo, 9 de diciembre de 2012

La Gineta o Jineta



La Gineta o Jineta es un carnívoro de tamaño medio, perteneciente a la familia de los vivérridos, con un aspecto singular e inconfundible dentro de la fauna ibérica. De patas cortas sobre las que se levanta un cuerpo alargado, de coloración grisácea, en la que abundan las manchas o moteados oscuros que confieren a cada individuo de la especie unos rangos propios, por lo que es posible su identificación y control fotográfico. Con el examen de las características de estas manchas de la piel, la gineta está provista de una larguísima y gruesa cola, adornada con unos característicos anillos de color negro, alcanza una longitud superior a la de la cabeza más el cuerpo, lo que la diferencia claramente de un gato montés.


La cabeza de la gineta es pequeña, destacando en la misma sus pabellones auriculares, unos grandes ojos con unas características pupilas verticales adaptados para la visión nocturna y debajo de los ojos unas características manchas blancas.


La gineta cuando caza es vibrante, ágil, silenciosa y constituye todo un espectáculo de vitalidad y precisión. Su olfato y oído son muy finos, puede trepar muy bien por los árboles en busca de sus presas, pudiendo saltar de unas ramas a otras buscando el equilibrio con la cola con increíble agilidad. Al igual que el gato montés, captura a sus presas con las garras, las que cuentan con uñas retráctiles que guarda para las ocasiones vitales dentro de unas vainas. Las presas de mediano tamaño suelen morderlas en el cuello, y las devoran tras su muerte.

La gineta es el único representante ibérico de los vivérridos, de modo que aun cuando hasta hace unos años se incluía dentro de los vivérridos ibéricos al meloncillo (Herpestes ichneumon) y a la gineta (Genetta genetta) hoy en día la taxonomía más moderna los incluye dentro de la familia de los herpéstidos y los vivérridos respectivamente.

Si bien se han dado varias teorías sobre la presencia de la especie en la Península Ibérica , lo que sí está claro es que es una especie que no se ha registrado en los estudios palenteológicos, de modo que su presencia en el continente europeo se ha considerado como relativamente reciente (en los últimos 2.000 años). Como en esta época  Europa ya estaba separada de África se considera que ha sido el hombre el vehículo o medio del que se ha servido la gineta para su expansión en el viejo continente, considerándose, como opinión más aceptada, que la gineta era un animal de compañía del hombre, de la que éste se servía dadas sus peculiaridades para la caza de los roedores. Ha sido su capacidad para vivir y reproducirse en libertad lo que ha hecho de la especie un animal totalmente integrado en nuestra fauna autóctona.

En la etología de la especie adquiere un rango muy peculiar el marcaje del territorio, el que se realiza de dos formas principales, o bien, orinando y defecando en lugares constantes o por secreciones de las glándulas perianales, sobre objetos verticales, para favorecer la expansión del olor por el viento.
En cuanto a las madrigueras, normalmente son de 5 a 8 por individuo.



*DATOS DE LA ESPECIE:
Longevidad:  Entre 6 y 8 años en libertad y pueden alcanzar los 15 años en cautividad.

Celo: Tiene lugar de enero a septiembre, con un máximo en febrero-marzo, siendo el período de menor actividad los meses estivales. El celo se prolonga durante 2 o 3 días hasta alcanzar la fecundación.

Gestación: La gestación dura de 55 a 65 días.

Época de parto:  Son posibles dos partos al año, uno al principio del año y otro en otoño.


Parto: De 1 a 4 crías, normalmente 2 o 3, que pesan al nacer unos 70-90 gramos y que nacen con los ojos cerrados. No los abren hasta los 7 días.

Duración de la lactancia: Las crías son amamantadas durante 2-3 semanas exclusivamente con leche, continuando con una dieta mixta constituida por alimento sólido y leche hasta los 3-4 meses. Entre los 6  y 9 meses alcanzan su independencia, aun cuando continúan cazando y conviviendo con la madre hasta el siguiente parto en que o se independizan o ella los expulsa de la madriguera, por temor de que ocasionen daños en  las nuevas crías. 


Madurez sexual: Alcanzan la madurez sexual a los 2 años.

Alimentación: La gineta preda sobre animales que van desde el conejo y liebre a los invertebrados, aun cuando fundamentalmente lo hace sobre roedores, aves (particularmente pájaros), anfibios, reptiles e insectos, también constituyen un porcentaje significativo de su dieta. Los frutos otoñales de igual modo forman parte de su alimentación (cereza, ciruela...). Las disponibilidades estacionales van a  condicionar notablemente su versátil dieta.

Hábitats: La gineta es una especie esencialmente forestal, que se extiende por toda la Península Ibérica, aunque está ausente de las zonas urbanas, estepa y parajes desérticos. En la España seca sus hábitats están asociados a sotos fluviales.

Huellas: Marca junto a la huella plantar, que aparece muy bien definida, cinco dedos sin uña. Si bien en muchas ocasiones no aparecen las marcas del quinto dedo, por lo que es probable confundirla con la del gato montés, aun cuando en la gineta están más juntas las huellas digitales y es más alargada que la del gato montés.

Otros rastros: Al subir a los árboles, particularmente en los caducifolios de corteza blanda, deja marcadas las uñas en el tronco. Estas marcas se diferencian de las del gato montés en que aparecen menos marcadas en la gineta que en el gato montés y las de la gineta suelen ser más largas que las del gato montés.

Dimorfismo sexual:  No apreciable por métodos normales a simple vista, sin contacto manual con el animal.

Enemigos naturales: En España sus principales enemigos son el águila real, el búho real y los grandes carnívoros como el lobo y el lince en los pocos lugares en que abunda este último.

Principales problemáticas:  La destrucción de hábitats y la disminución de la población de conejos por las epizootias ha afectado notablemente a la especie, que no obstante no se encuentra en peligro. La consideración por la población rural a la gineta como una alimaña, también ha supuesto una persecución de la especie, al igual que ha sido codiciada para disecarla, por su belleza, como se ha utilizado su piel en peletería. El atropello (accidental) también es otra causa indeseada de muertes en la especie.










El Milano Real


El Milano Real es un ave rapaz relativamente grande (60 - 70 cm), de gran envergadura. Es inconfundible su silueta en vuelo por el marcado ahorquillen de la cola. También son muy conspicuas las manchas blancas que exhibe bajo las alas. Las alas son estrechas y largas.


El milano real adulto presenta la cabeza y el cuello casi blancos, algo grisáceos, y salpicados con estrías afiladas y oscuras. El dorso es pardo oscuro, con plumas orladas de amarillo herrumbroso. Por debajo es rojizo, de tonos ladrillados  con manchas verticales negras. Ojo amarillento. Cera y patas amarillas. Por su eclecticismo a la hora de buscarse el alimento, las garras del milano real están poco especializadas, presentando los dedos algo cortos para el tamaño del ave y no demasiado fuertes.
Los jóvenes presentan la cabeza marrón y el resto del cuerpo es de tonalidades más claras que los adultos.

Distribución: Habita en la mitad meridional de Europa, Turquía y norte de África. Los que viven y crían en la Península Ibérica son sedentarios. También son sedentarios los que crían en la España insular; concretamente las islas habitadas por el milano real son Mallorca, Menorca, Gran Canaria, Tenerife, La Palma, Gomera y Hierro. Las poblaciones mas norteñas de Europa invernan en la Península Ibérica especialmente y en África. Cuando han acabado la crianza de sus polluelos inician el viaje a sus cuarteles de invierno, prolongando la afluencia hasta principios de noviembre. El viaje de retorno hacia sus áreas    de cría lo efectúan desde finales de febrero hasta abril.
En España y el resto de Europa vive la subespecie típica Milvus milvus milvus. Es muy filopátrica, lo que supone una difícil colonización natural de nuevas áreas.  

Hábitat: Habita todo tipo de zonas arboladas. Prefiere terrenos de mayor altitud que el milano negro, siendo habitual en muchas áreas de pie de monte, media montaña y sierras bajas del interior peninsular. En invierno prefiere los pastizales, cultivos, otros terrenos abiertos y las zonas próximas al hombre donde encuentra fácilmente basura y carroñas para su alimentación.

Biología: Anidan en los mismos territorios año tras año. Aunque ocasionalmente puede criar en roquedos, eligen los grandes árboles para ubicar sus nidos. Muy frecuentemente utilizan los viejos de otras aves, arreglándolos previamente. Durante la incubación y crianza de los pollos los tapiza con hierba seca, lana, trapos viejos y otros desperdicios humanos. 
La puesta tiene lugar entre primeros de marzo y finales de abril, y a veces algo más tarde. Consta de 1 a 4 huevos en extremo, pero normalmente se compone de 2 o 3. Pone a intervalos de tres días. Los huevos son blancos con manchas pardo rojizas o ladrilladas, estilicidios y sin brillo. Miden 57,5 X 44,7 mm.

La incubación es realizada
principalmente por la hembra, aunque a veces interviene el macho mientras ella come, y dura entre 28 y 32 días. Los pollos nacen cubiertos de un grueso plumón pardo grisáceo, con una mancha oscura delante del ojo. A los pocos días es sustituido por otro más denso, oscuro y rojizo. Al principio la hembra cuida y vigila a los pollos, mientras el macho se encarga de aportar el alimento al nido, pero más tarde ambos consortes colaboran en la caza. A las dos semanas les empiezan a salir las plumas, y a las cuatro semanas ya están casi emplumados, quedándoles plumón sólo en la cabeza. Pero no echan a volar hasta pasadas las seis semanas de edad. A los dos meses aproximadamente abandonan el territorio paterno.

La dieta alimenticia del milano real es extremadamente variada, dependiendo el tipo de alimentación de la época del año. En la temporada de otoño e invierno es, como el milano negro, básicamente carroñero. Frecuenta entonces los basureros de pueblos y ciudades en busca de desperdicios de todo tipo, juntándose a veces docenas de individuos en esos lugares.

Durante la primavera y el verano se alimenta de presas vivas especialmente. Da caza en esa épocas a todo tipo de invertebrados, anfibios, reptiles, algunos peces, aves hasta el tamaño de una paloma, y pequeños y medianos mamíferos hasta el tamaño de un conejo. Emplea dos sistemas de caza. Uno de ellos consiste en remontarse lentamente en amplios círculos sobre terrenos abiertos, cultivos y pastizales. Desde considerable altura escudriña el terreno y cuando descubre alguna presa adecuada se lanza en picado con las garras abiertas y adelantadas para intentar capturarla. La otra técnica empleada es volar a baja altura, alternando largos planeos con batidos de ala. Al descubrir una presa quiebran bruscamente ayudándose con su larga cola para intentar sorprenderla antes de que pueda intentar la huida. Este sistema de caza es parecido a de los aguiluchos. 





La Lechuza Común




La Lechuza común tiene el plumaje pardo dorado claro. Su rostro es movible, le permite hacer gestos que constituyen una mímica para nosotros incomprensible que incluye varias expresiones, que nosotros percibimos como muecas. En reposo la lechuza tiene un semblante grave. Los ojos, totalmente negros, destacan mucho sobre el plumón blanco de la cara, que es muy característica por su forma acorazonada.
Tiene las alas largas, relativamente puntiagudas, con una envergadura de alrededor de 90 cm.
Sus gritos se pueden describir como ronquidos, quejidos y estertores.
Es activa exclusivamente de noche.



Hábitat: La lechuza común habita en todo el globo, principalmente en los trópicos. En Europa le gusta vivir cerca de los hombres, incubando en las torres de las iglesias, graneros agrícolas, ruinas y otras edificaciones solitarias.
A las poblaciones españolas, que son residentes, se unen durante el invierno aves de otras regiones de Europa.
Su área de distribución se extiende por toda la Península y las Islas Baleares y Canarias.

Reproducción: El período de cría
es en mayo, aunque en el sur se inicia en abril e incluso antes.
Los huevos se depositan sobre el suelo, siempre en el ángulo más escondido, donde ni el estruendo de las campanas las molesta. A veces incuban en un palomar. Puede ocurrir entonces que las palomas se vayan o bien que se acostumbren al extraño inquilino.

La hembra incuba ya a partir del primero de los huevos, que suelen ser 4 ó 7 (en años de abundante comida, incluso 11), resultando después los polluelos de muy diferentes tamaños. La incubación dura entre 30 y 34 días.
Los polluelos permanecen en el nido unas 8 semanas. Durante la primera semana, la hembra continúa cubriendo a los polluelos, y el macho acarrea la comida para toda la familia. En esta época, una familia de lechuzas consume unos 100 ratones cada mes.
En años de escasez de ratones, los polluelos más débiles se retrasan pronto en el crecimiento y mueren. Entonces los progenitores los despedazan y los dan a comer a los hermanos. En años de abundancia, algunas parejas emprenden en otoño una segunda incubación.
Las aves jóvenes hacen, en parte, largas travesías. Después de haber emigrado y haber pasado su primer invierno en zona más cálida, son ya sexualmente maduras y donde críen por primera vez, allí se quedarán el resto de su vida.
Donde son escasas las posibilidades de establecer el nido, se les puede proporcionar cajas espaciosas, con entrada suficiente que permita el paso del puño, y con un ángulo oscuro.


Dieta: Se alimenta básicamente de ratones. En años de abundancia acumula una provisión de ellos junto al lugar de dormir o de incubar. En años de escasez, las aves pequeñas constituyen una gran proporción de la dieta de las lechuzas, sobre todo aves jóvenes y aves del suelo. Esporádicamente también las mariposas nocturnas.
Como ave estrictamente sedentaria, la lechuza común se ve sometida a los rigores del invierno: tan pronto la capa de nieve supera los 7 cm de altura, su situación se hace difícil y en las regiones que tienen más de 40 días de nieve al año la lechuza está en situación crítica.
Las lechuzas jóvenes se desplazan lejos y se estacionan donde se produce una plaga de ratones.
La lechuza común caza, de forma prácticamente exclusiva, por la noche. En lo más avanzado del crepúsculo abandona su refugio-dormitorio, siendo con relativa frecuencia arrollada por los vehículos de las carreteras.
Antiguamente, los graneros agrícolas le ofrecían no sólo ratones, sino también cobijo. En la actualidad, cada vez existen menos instalaciones de este tipo.








miércoles, 5 de diciembre de 2012

La Nutria



La nutria es uno de los mustélidos más fácilmente reconocibles y populares. Su alargado cuerpo está rematado por una gran cola cónica ancha en su base, pero reduciéndose gradualmente hacia su extremo, y su largo cuello por una cabeza amplia y aplanada donde se sitúan unos ojos y orejas muy discretos. En el hocico destacan unas largas y abundantes vibrisas o barbas. Las extremidades son cortas y robustas. Su pelaje, muy apretado y con densa borra interior, presenta una tonalidad pardo oscura general por todo el cuerpo, pero blanquecina en el cuello y vientre.

Es una especie ligada totalmente al medio acuático ocupa todo tipo de ríos y arroyos, embalses y lagunas, siempre con un nivel óptimo de salubridad de sus aguas y abundancia de fauna. Inicia su actividad al crepúsculo y la desarrolla durante gran parte de la noche. Su anatomía está íntegramente adaptada al buceo y persecución de los peces, imprimiendo gran velocidad a su movimiento gracias al impulso de sus extremidades y a la repetida flexión dorso-ventral de su cuerpo y cola. Dedica especial atención a la lubricación de su pelaje, valiéndose de la secreción de unas glándulas untuosas especificas para impermeabilizarlo y ofrecer la menor resistencia al agua.

Al ralentizar su contracción cardíaca logra permanecer fácilmente de tres a cinco minutos bajo el agua. Consume su alimento normalmente fuera del agua, donde adopta con frecuencia una postura erguida apoyándose sobre su cola para escrutar el entorno. No es excavadora, pero aprovecha eficazmente cavidades naturales con entrada subacuática, grandes acúmulos de vegetación, etc. donde instala su madriguera. Muy territorial, la nutria deposita sus excrementos en lugares visibles de modo que pueda advertir a congéneres competidores de la legitimidad de su propiedad .
Su dieta alimenticia se basa, en un alto porcentaje, en peces, si bien se aprovecha frecuentemente de la mas fácil captura de cangrejos de río, anfibios, huevos y crías de aves, ratas de agua, etc.


Las nutrias entran en celo prácticamente e cualquier época del hao resultando, consecuentemente, también irregular el calendario de los partos, aunque éstos no escasean en primavera. Las dos o tres crías nacidas (ciegas y sin dientes) pasan un primer período de lactancia de unos dos meses, iniciando después un sistemático aprendizaje de las técnicas de buceo y pes a cargo de la madre. Al hao de edad abandonan el territorio materno, vagabundeando a la espera de su madurez sexual y a la inclinación a fijar su propio territorio, que les sobrevendrá sobre los dos haos.


El Buho Real



Perseguido por el hombre, el Búho Real sólo habita actualmente en las comarcas más remotas, donde aun así es bastante escaso. Su persecución está motivada en gran parte por la superstición popular que asocia su canto a noticias infaustas. El lúgubre ulular que resuena durante la noche en los valles rocosos no es ciertamente tranquilizador. Su figura enorme e inquietante, con sus intensos ojos anaranjados que miran fijamente, basta para exponerlo a la vindicta pública.
Muy precozmente, casi en pleno invierno, la pareja desarrolla la parada nupcial, aún poco conocida. El macho canta para defender su territorio con un profundo y corto «uuu ju», y al atardecer las dos aves se elevan, planeando a bastante altura. En el roquedo practican un cuenco redondeado donde la hembra pone e incuba durante el día. Los pollos, de colorido claro, se desarrollan y vuelan muy pronto, manteniéndose unidos hasta el otoño, en que realizan movimientos dispersivos más o menos acentuados.


El Búho Real es un formidable cazador que se alimenta casi exclusivamente de presas vivas, de naturaleza variable según las regiones; pero en todas ellas se ha mostrado siempre como un excelente destructor de roedores y córvidos.


Identificación: Por encima, pardo leonado rayado y barrado de pardo oscuro; garganta blanca y vientre leonado, ambos con marcas pardas; "orejas" pardo oscuro; pico negro; patas emplumadas, rojizas; iris anaranjado; la hembra es más corpulenta que el macho.

Nidificación: Cría en roquedos, en cavidades o grietas; puesta, en febrero-abril, de 2 a 4 huevos blanco sucio; incubación por la hembra durante el día de unos 32 a 35 días; los pollos, vuelan tras unos 70 días.
 
Alimentación: Principalmente mamíferos (roedores en especial) y aves; ocasionalmente ranas, peces y pollos de aves.

Hábitat: Montañas y riscos.